RADIOS TEXTILES, TODA LA VERDAD Y LA MAGIA DEL MARKETING.

RADIOS TEXTILES, TODA LA VERDAD Y LA MAGIA DEL MARKETING.

Un poco de historia…

Segunda mitad de los 90, año 96, EEUU. La marca de ruedas Spinergy, presenta al mundo sus ruedas aerodinámicas de fibra de carbono con un diseño rompedor. No tienen radios, si no que utilizan 8 láminas de carbono, 4 por lado, a modo de radios.

En principio sale al mercado su versión de carretera, y es utilizada en competición por las grandes estrellas del momento, Mario Cipollini y tantos otros, logrando incluso ser Campeonas del Mundo.

Ya entonces, el marketing era toda una ciencia mental para dominar los impulsos de compra de las masas. Se vendieron ruedas Spinergy por todos los rincones del planeta, y la gente las deseaba para ser como sus ídolos del pelotón internacional.

No recuerdo el tiempo que pasó, puede que 2-3 años, cuando la UCI decide prohibir este tipo de ruedas por su peligrosidad. Su diseño de láminas de carbono son cuchillas capaces de cortar un dedo o lo que se ponga por medio en caso de accidente o caída múltiple en el pelotón. Por la seguridad de los corredores, se limita su uso en competición.

Como aficionado, podías seguir adquiriendo unas para uso y disfrute privado, pero ya no era lo mismo, esas ruedas ya no las usaban tus ídolos… perdieron su encanto…

He probado en primera persona todas sus versiones, y de hecho conservo a modo de colección alguna de ellas. Había versión de 700 para carretera, 650 para triatlón, y 26” para mtb.

Vamos con estas últimas:

En su corto periodo de vida, sale su versión de mtb de 26”, y para hacer el producto deseado por el consumidor, se necesita recurrir al marketing una vez más.

Busquemos a la estrella del momento en Europa, el francés Miguel Martínez, por ejemplo, un tipo bastante peculiar, invito a buscar información sobre él. Su vida deportiva y privada es digna de escribir sobre un libro.

Un tipo bajito, y con bastante carácter.

Es el número 1 del momento, ganó el experimento fallido del Tour de Francia VTT, Olimpiadas, Mundiales, Copas del Mundo, … De su legado descienden franceses más cercanos a estos tiempos de las ruedas de 29”, como Julien Absalon.

Miguel Martínez compite en el equipo que rompía esquemas en Europa por aquellas fechas, el Team Sunn, marca de bicicletas francesa venida a menos como tantas otras de entonces.

Como estrella del momento, tenía libertad para imponer sus preferencias sobre las exigencias de las marcas, que muchas veces obligan a los corredores patrocinados a utilizar productos en contra de sus gustos.

Para él no eran necesarios los frenos V-brake, ya que su frenada era excesivamente potente. Él seguía fiel al uso de cantiléver, según patrocinador usaba Avid, o Shimano XTR en su etapa del Full Dynamix.

También usaba horquilla rígida siempre que era conveniente, aún siendo la marca Sunn creadora de su propia gama de suspensiones denominada Obsys y Chaos. Horquillas oleoneumáticas con 3 cm de recorrido. Según sus ingenieros, no era necesario más recorrido para el mtb de la época.

Para alguien tan conservador, el uso de ruedas Spinergy por “postureo” no iba a ser de su agrado. Así que no las utilizó.

Un ejemplo actual lo tenemos con Nino Shurter y la marca de ruedas Syncros. En teoría debería estar utilizando el modelo Silverton SL con radios de fibra de carbono, tope de gama de la marca, pero utliza un modelo de rueda inferior con radios de acero. Es un corredor de primer nivel y tiene capacidad de elección. Sabe mejor que nadie lo que le funciona.

Como indicaba, he probado y conservo por colección (es historia del ciclismo), modelos de estas ruedas, y más allá de su impactante estética y el zumbido que generan al cortar el viento a gran velocidad, son ruedas muy pesadas, lentas de reacciones, poco rígidas lateralmente, que se balancean hacia los lados rozando con las zapatas de freno a poca fuerza que hagas si pedaleas de pie.

En resumen, como fanático del rendimiento, están descartadas para ser utilizadas como también las descartó Miguel Martínez en su día, ya que es un producto que cuando lo instalas en tu bicicleta, no te hace más rápido, te hace más lento.

Entonces, ¿cómo es que en su momento eran utilizadas por corredores profesionales del pelotón?

Como aficionados, asistimos a competiciones en busca de no sé exactamente qué: prestigio deportivo, elevación del ego, superación personal, … cada uno tiene su razón, pero hay una de ellas que seguro no está en la lista: DINERO, ningún aficionado al ciclismo asiste a una competición por una remuneración económica, todo lo contrario, asistir nos supone unos costes.

En cambio, el profesional que idealizamos sí asiste a una competición por una remuneración económica, un salario que recibe por desempeñar su función de “hombre anuncio”.

Un deportista profesional basa sus ingresos económicos en dar visibilidad a un producto o marca. A veces, un deportista de elite tiene que aceptar detalles que no son de su pleno agrado, pero si encima de la mesa se pone un jugoso contrato económico, toca sacrificar la faceta deportiva por su bienestar personal y familiar.

La visibilidad es también la razón por la que un youtubers, influencers, … que a nivel deportivo no está capacitado para ser ciclista profesional, puede obtener más ingresos que un deportista de elite del montón. Siempre que sea un genio del manejo audiovisual y sepa comunicar, caer bien al espectador, generar contenido que favorezca las ventas de marcas, que normalmente lo patrocinan.

Es la magia del marketing, y razón por la que muchos productos de gran calidad y alto rendimiento pasan desapercibidos, mientras que otros que resultan nefastos para tal desempeño, se instauran en el mercado, al menos hasta que la gente los “cala”.

Cerramos el capítulo de las polémicas Spinergy Rev X, como ejemplo del potencial del marketing, indicando que una vez se prohibieron en competición, y se limitó la posibilidad de ser utilizadas por corredores profesionales, se vieron abocadas a desaparecer.

Solo la magia del marketing sobre su espectacular apariencia las mantuvo en la cresta de la ola mientras fue posible, después cayeron por su propio peso.

Seguimos…

No se puede negar que las personas encargadas de crear ruedas en Spinergy son de una capacidad, a nivel de diseño, muy elevada. Vuelven a romper el mercado con su nuevo modelo Spox para freno de llanta, y posteriormente versión de disco, Xyclone.

Pasan de utilizar láminas de fibra de carbono, a radios de fibra textil recubierta de polímero.

Hacia el año 2011, se ponen de moda los cables para accionamiento de cambios y frenos de la marca Power Cordz. Son del mismo material, pero aplicado a un cable, con la ventaja de restar unos gramos y ofrecer un tacto más suave. En la industria del ciclismo hay una cosa clara como negocio, los gramos venden, y se restan a precio de oro. La funcionalidad y durabilidad de estos inventos es secundaria.

Estos cables eran de dudosa durabilidad estética, si bien la fibra textil patentada por Dupont era muy resistente.

En resumen, este tipo de material no es ninguna novedad, lleva más de una década intentando implantarse en el mercado desde los EEUU.

Retomando las ruedas, los modelos Spox y Xyclone pasan por este mundo como otra maravilla del diseño, y poco más. La razón es clara, no aportan nada al rendimiento del ciclista, y por eso quedan como pieza de colección.

Rebajan el peso de sus antecesoras Rev X, pero siguen siendo pesadas, y flexibles. Los radios textiles filtran el terreno, resultando absorbentes y cómodos, pero la transferencia de potencia no es adecuada, no están al nivel de unas ruedas con radios de acero.

También he tenido y tengo la suerte de poseer una de estas reliquias en 26”, probadas en primera persona, y doy fé de su nulo rendimiento frente a unas Mavic Crossmax de primera generación.

Nos situamos ahora en 2018, con las 29” instauradas en el mercado a pleno rendimiento, y fijamos la atención en la marca alemana de componentes ligeros Tune.

En Eurobike de ese año, presentan unas ruedas que presumen ser las ruedas de serie de 29” más ligeras jamás creadas, rebajando por primera vez los 1.000gr de peso (999gr dicen pesar).

Estas ruedas utilizan radios de la marca Berd (EEUU), que llevan tratando de instaurar su gusto por este material desde 2015.

En 2018, más allá de batir un record de peso junto a Tune, y salir en portada en alguna prensa especializada de ciclismo, no tuvieron mayor relevancia.

Han pasado 6 años de aquello, pero en los últimos meses se viene sintiendo como una novedad, una revolución en el mundo de la rueda… ¿Por qué ahora sí y antes no?

Se trata de la maquinaria del marketing trabajando a pleno rendimiento.

Hablemos de los radios desde un punto de vista teórico/técnico

¿El radio textil es más ligero que un radio de acero? SÍ

¿Cuánto más ligero? Depende de la comparativa, se pueden rascar unos 100gr en un par de ruedas con radios de acero de gama alta como son los Sapim Laser o Cx ray. Pero si lo comparamos con el mejor radio de acero que existe en rendimiento, el Sapim Super Spoke, la diferencia de peso oscila entre 50 y 60gr en el total, según el número de radios que tenga la rueda.

Las fotos muestran un radio Berd y un Super Spoke en longitud equivalente, con los elementos necesarios para su montaje.

Va bien la cosa, ya que todo lo que sea restar peso rotacional en la rueda, es bueno. Requiere de menos esfuerzo para hacer girar la rueda en cada pedalada. La única pega serían los 750-850€ extras para restar esos 50-100gr.

Hablemos de la parte estética. La materia prima con la que se fabrican es de color blanco. El tejido natural tiene la capacidad de entrar por los orificios para radios en bujes estándar, y sería compatible con casi todos los modelos del mercado de tiro recto.

Cuando el buje es de estilo clásico, se requiere fresar los orificios para redondear sus cantos, ya que de lo contrario el radio se cortará y partirá.

Berd ofrece el radio teñido de color negro, que tiene la pega de aumentar ligeramente su diámetro. Esto imposibilita el montaje de radios negros sobre bujes estándar, sin antes taladrar los orificios del buje para darle mayor diámetro.

Los bujes Extralite traen de serie orificios de mayor diámetro, y sobre estos es posible montar radios negros sin tener que modificar nada. Incluso es posible prescindir de los casquillos metálicos para montaje en tiro recto, lo cual puede reducir el peso otros 4-5gr en el total del montaje.

El resto de opciones de colores que ves en el mercado, son radios blancos decorados con un rotulador en el color que tú quieras.

Si avanzamos con sus cualidades, hay que pasar a la acción, valorar como responden en la práctica. Para ello tienes que fiarte de lo que te cuentan, o probarlos tú mismo.

Como ya sabemos, la magia del marketing no permite que alguien que cobra por publicitar, recomendar, o vender un producto X, te hable claro, con los pros y contras del material.

Por eso tendrás que pagar los 850€ extras, y salir de dudas tú mismo. ¿Crees que serás Campeón del Mundo con ellos? Baratos son entonces.

Bromas a parte, y viendo como la maquinaria del marketing les da bombo en los últimos meses a través de montadores de ruedas que hace año y medio eran clientes de EDP racing, pero salen ahora diciendo que tienen 10 años de experiencia en el montaje de ruedas, y el uso de radios textiles… La gente pregunta, yo respondo… Nunca fue un producto que me haya llamado la atención como fanático del rendimiento, en base a mi experiencia con las ruedas Spinergy.

El “mercado” me obligó a testear el producto para salir de dudas y hablar con propiedad.

El montaje elegido ya lo ven, bujes Extralite con núcleo Shimano Micro Spline, para aprovechar mi transmisión Shimano.

En aros, lo más ligero y lógico hoy en día, unas Duke Lucky Jack SLS4 Ultra de 28mm y 265gr, con el fin de que sean lo más ligeras posibles y funcionales. Pretender unas ruedes de mtb, de gama alta, de 25mm internos por el hecho engañar a la báscula, es absurdo hoy en día.

Unos radios Berd teñidos de color negro, ya que los blancos no son de mi agrado estético.

Por supuesto en 28 radios, sin “trapicheos” funcionales para engañar de nuevo a la báscula y al consumidor, como se ven algunos casos de 24 radios.

El peso arrojado de tal combinación es de 930gr sin kit tubeless.

Se monta el kit y quedan en 955gr. Ya están listas para ser usadas y testeadas con el material más ligero y funcional posible.

Primera salida con ellas, a ritmos normales tipo Z2, lo cierto es que no siento nada diferente en comparación a mis ruedas de competir:

-Aros XC30 Asymm SL, versión anterior de 290gr.

-Bujes Extralite Hyperboost 3.

-Radios Sapim Super Spoke.

 -1.060gr en orden de marcha.

Al contrario de lo esperado, me “decepciona” la idea preconcebida de que los radios textiles serían más absorbentes en sentido vertical, y nada más lejos de la realidad. La rueda se siente rígida y ágil. A intensidad moderada, no se percibe nada especialmente diferente con respecto a mi rueda habitual con radios de acero Super Spoke.

Las diferencias se perciben cuando se llevan al límite por alguien corpulento y de cierta potencia…

Puedes usarlos pesando mucho, de hecho yo peso 78kg, y en rodajes de fondo no hay pega alguna que ponerles. No hablamos de resistencia, son muy resistentes al uso normal sin ningún tipo de limitación. Se pueden utilizar hasta en bicis eléctricas. Hablamos de solidez – rigidez.

Tampoco se crean que es más resistente que un radio de acero, a lo que se refieren con esta afirmación es a que el ratio peso/resistencia es mayor que en un radio de acero.

En marcha ¿realmente se va más deprisa? NO, yo no.

¿Qué sientes cuando lo exprimes al máximo? Depende de las condiciones y circunstancias.

Donde pensaba que más ayudarían me han decepcionado un poco. Todos entendemos que menos peso debe ser sinónimo de ir más rápido subiendo. Pero los números de campo no dicen lo mismo. Hablamos de diferencias muy leves, pero a la contra.

Subidas cortas de 1 a 5 minutos, a todo gas, no resultan más rápidos, como mucho iguales. La razón es clara, llevas unos gramos menos respecto a los Super Spoke, que tampoco es una diferencia notable, dime tú quién va a notar 50gr en un par de ruedas… Pero el asunto está en la transferencia de potencia cuando es elevada. Para mi no es correcta, y la sensación que transmite es que la rueda se “queda atrás”, no acompaña al pedal. Esto es falta de rigidez torsional. Ojo!! no digo que vayan mal, solo digo que la sensación con radio de acero es de mayor reactividad, por lo que solo queda achacarlo a la menor rigidez torsional.

Valga para los entendidos, que las ruedas han sido montadas conforme a las recomendaciones de Berd, y se han verificado tensiones en 2 ocasiones tras haber salido al monte con ellas, para valorar como les afecta el uso tras las primeras salidas. Si están bien hechas desde el principio, no se desajustan ni requieren reajustes tras un primer rodaje. Eso es lo que he comprobado a corto plazo.

Los test se han hecho con las mismas cubiertas y presiones. Y el terreno en las mismas condiciones.

En mi campo de batalla habitual, Strava ha sido testigo y evidencia de las sensaciones, poniendo números al asunto.

De los muchos ejemplos que podría poner, un segmento de los más completos, por tener en algo menos de 2,5km un poco de todo. Además, teniendo en cuenta factores como el viento, mismas condiciones en ambos casos, difiere el tiempo y watios de tal manera:

Mentalmente me esforcé mucho más con los Berd, me pasó en casi todos los segementos que los puse a prueba. Y la sensación que me daba es que iba rápido. Quizá tratando de autoconvencerme, pero aún así, este ejemplo es el más diferenciador, y muestra 10 segundos más lento con 23 watios más, con el radio textil. Lo más ligero no es lo más rápido siempre.

En otros ámbitos, zonas muy técnicas y rotas, a buen ritmo, se percibe buen rendimiento porque la rueda tiene una buena capacidad de absorción, y ayuda en terreno roto a ir más estable y cómodo. Una bici rígida, una bici de gravel, … podría ser interesante utilizarlos en pro de una leve mejora del confort.

En bajadas rápidas y de gran desnivel, como por ejemplo descendiendo un cortafuegos con tramos de -24% y soltando los frenos hasta velocidades de 60-70km/h, se percibe cierta imprecisión en las trazadas y cambios de dirección.

Cuando usas una rueda rígida, trazas con precisión por donde deseas, pero cuando falta rigidez, tú quieres llevar la bici hacia una trazada y la bici no va, o al menos no responde con precisión y agilidad.

En definitiva, si eres un fanático del peso ligero, eres un ciclista liviano, bajas muy fino y sin prisas, eres maratoniano, largas distancias a ritmo constante, usuario de bici rígida, gravel, … podrías encontrarle sentido al uso de este material siempre que no te resulte un obstáculo afrontar la diferencia de precio que guardan con un radio de acero de gama alta.

¿Merece la pena pagar el extra económico por tener este material? 850€ por 50gr… te tiene que sobrar mucho la pasta. Es una diferencia muy grande justificada por el coste del material y por el tiempo de trabajo que requieren. ¿Y todo a cambio de qué? un tacto algo más “dulce” de la rueda.

En lo extradeportivo, construcción de la rueda, mantenimiento, … y respuesta a largo plazo del material, solo puedo decir que requieren de mayor atención y trabajo que unos radios de acero. Se recomienda hacer reajustes de tensión cada X tiempo de uso.

Puedo añadir que tras varios lavados, los radios negros han perdido su intensidad en algunas zonas, por lo que deduzco que el tinte se irá eliminando con el tiempo y no habrá más remedio que volver a pintarlos.

La última sensación que me quedo después de probarlos durante 15 días seguidos, es la de quitar las ruedas para volver a las habituales con radio de acero Super Spoke, y volver a sentir la aceleración, reactividad, y precisión, no basada en el peso, si no en la rigidez – solidez, tan importante o más que restar gramos.

No son radios para todos, pero son una opción más, para los más pudientes económicamente. Si los quieres, aquí los tienes.



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